Quienes somos

Calem S.A, propietario de la marca Oh qué luna!, comenzó su actividad en 1986 para satisfacer una necesidad específica y cubrir una demanda vacía en el mercado en ese momento, en las colecciones de lencería de noche y ropa de hogar.

Oh qué luna! abrió su primera tienda en Calle Ayala 32, Madrid, España. La amplia aceptación y singularidad de sus productos en lugar de la monotonía de las creaciones existentes en el mercado, dio como resultado la apertura de varias tiendas en todo el país.

Tras su expansión local, la marca comenzó a desarrollar un ambicioso proyecto centrado en el crecimiento internacional.

1994 fue su primer año de presencia en el SIL (Salón Internacional de la Lencería), que generó con éxito un auge de las exportaciones a diferentes países de Europa y Estados Unidos.

La actividad de exportación se interrumpió como consecuencia de una reestructuración de la empresa en 2001. Durante este tiempo, la marca se fortaleció en España gracias a la entrada en El Corte Inglés, interrumpiendo la colaboración en 2021.

En 2005 Oh qué luna! comienza a combinar su actividad tradicional con Haute Couture y una colección única de vestidos de novia que atraen la atención poderosamente de prensa y público.

Y hasta este momento hemos desarrollado un sistema llamado D.A.C (Democratización de la Alta Costura) que consiste en una nueva forma de vender vestidos de novia que permite la personalización individual a un muy buen precio. Sistema que esta introducido en 7 puntos de venta en España. Y ha sido premiado por la comunidad de Madrid por ser un proyecto innovador y tecnológico.

Oh que luna, gracias a todo eso, es un punto de referencia para las mujeres del siglo XXI porque el concepto de distinción radica en su propia esencia “Para ser insustituible uno siempre debe ser diferente” (Coco Chanel)

Tenemos dos sistemas de diseño, uno de Alta Costura con diseño exclusivo para cada novia y otro el sistema DAC (Democratización de la Alta Costura) que permite probarse diferentes cuerpos, faldas y mangas y escoger entre ellas físicamente y viendo como será el futuro vestido adaptándolo a tu gusto y viendo las diferentes opciones.

Este sistema hace que no haya errores en la elección, Además, la compañía posee, lista para el desarrollo, una licencia de sistema conocida como DAC (Democratización de Alta Costura) que consiste en una nueva forma de vender vestidos de novia que permite la personalización individual con un excelente precio.

Nuestro objetivo es múltiple: un diseño para todas las edades, circunstancias y necesidades para una mujer que se preocupa por su imagen y reclama comodidad y refinamiento.

¡Oh qué luna! ofrece diseños para una mujer que requiere elegancia y comodidad en cualquier etapa de su vida, ya sea el día de su boda, la futura maternidad o simplemente su día a día, en cada estación del año.

Actualmente, Oh qué luna, es el exponente de una lencería apreciada por su meticuloso diseño y excelente calidad en un mercado dividido entre las marcas de lujo inaccesibles y el segmento inferior de las empresas minoristas baratas.

¡Oh qué luna! es, gracias a todo eso, un punto de referencia para las mujeres del siglo XXI, porque el concepto de distinción radica en su propia esencia: «Para ser insustituible, uno siempre debe ser diferente» (Coco Chanel).

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